martes, 6 de enero de 2009
Las doce uvas de fin de año que literalmente hay que embutirse para ir al unisono con las campanadas de las iglesias que sus párrocos trasnochadores hacen sonar, repicar que se ve anulado por el insesante ¡pum! de los cuetes que solo hacen ruido, que no regalan su flor perene de luces multicolores, con ese escenario de sentir como que haz llegado al final de alguna carrera masiva, como atravezar un rio profundo de corrientes inciertas y sobre todo traicioneras.
Es simplemente lanzarse al agua y aprender a nadar en ese rato...
comenzar a bracear y lo mejor de todo es que no va a faltar alguien que al estar llegando a la orilla a punto de salir de un tramo especialmente turbio tenga la gentileza de arrojarte nuevamente al torbellino... razon por la que creo que atascarse doce uvas en 12 segundos es casi casi con el afan de atragantarse con las mismas y salir muy ufano del juego de la vida: "ay, ay, me ahogue engullendo cual anaconda las 12 uvas casi de un jalon, forgive mis pecados y Gloria ahi te voy" puees noooo, eso no se vale.
Doce uvas sobre valoradas, mal pesadas, sin semilla y de estratosferico valor no nos garantiza nada, nada nos garantiza nada.
Es este mundo no hay departamento de quejas, devoluciones y AUNQUE LO HUBIERA, NO HAY QUIEN LO ATIENDA.
NO se trata de andar de justiciero enmascarado,
No se trata de amargarse por no ser quien quieres o no tener lo que quieres pese a tus esfuerzos casi sobre humanos
Eso, basicamente... no hay que olvidar que solo somos seres humanos, asi como llegamos a este mundo identicamente nos vamos.
ASi que mientras estes por aquí, no te pierdas la funcion de tu propia pelicula, el desenvolvimiento, los villanos, las intrigas que a fin de cuentas sabes cual sera el desenlace.
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