CADA VEZ QUE ME DA EL ATASQUE (aveces muy seguido): mayo 2009

sábado, 30 de mayo de 2009

3 comentarios Publicado por mephisto en 8:31

Tapetelandia es un paradisiaco puerto escondido en lo mas recondito del ego de cada ser humano, hermetico lugar en donde puede irse olvidar de si mismo por pensar en otro que ni remotamente hace lo mismo por usted.
Tapetelandia no es un lugar lindo ni mucho menos, es un sofocante espacio que solo unos cuantos masoquistas disfrutan, es un mundo monocromatico, pero puede mutar de un color a otro sin complicaciones: se puede ver a Tapetelandia coloreada de negro desesperanza, rojo celos intensos, gris tristeza profunda, blanco no veo mas alla de mis narices y mas facinantes matices sentimentales que le haran sentirse como en honor al nombre: Como un vil tapete
Habitar en Tapetelandia implica dejar de vivir para si mismo y vivir en pos de alguien mas, vivir a la hora que le digan, cuando le digan y como le digan... Mal vivir pero fingir pasarla de maravilla con las tres migajas reglamentarias que le dan de amor, tiempo, atencion, comunicación y todas las demas bellas cosas a las que renuncia expresamente al vivir en Tapetelandia.
Las ventajas de quedarse en Tapetelandia es que ya no tendra que volver a preocuparse por esa insignificante cosa que es su persona... NI USTED NI NADIE MAS, excepto amigos, familiares y personas en general que lo aprecien DE VERDAD.
Tapetelandia es un sitio ingobernable, no necesita a nadie mas solo a Usted mismo sumergido de principio a fin en su propia confusion y frustración, si le embarga la melancolia, de su persona libre, dueña de si misma, confiada, con mañanas consecutivos, verdades simples sin dobles caras; no se olvide que Tapetelandia le ofrece a cambio la satisfaccion de malgastar su vida a lado de alguien que rara vez lo querra a la medida que Usted ofrece.
Tapetelandia es un destino celoso que no permite reestablecer facilmente su condicion de ser humano una vez que ha pisado su inestable terreno, lleno de conflicatos internos e involuntarios
Tapetelandia es un lugar de exhibidos, por que la euforia de creer poseer, de creer ser y de creer merecer son facilmente expuestas como esperanzas vanas en los lugares menos indicados, exhibiéndose a si mismo como un manojo de celos, egoismo y claro, como un monstruo posesivo e irracible que no entiende que el es en realidad la posesion y el juguetito de alguien.

Tapetelandia cuenta con una lista de exclusivos temas alusivos a este concurrido puerto:

Y mas alentadores sonidos musicales que pondran su estado de animo por los suelos!!!!!P.D. No viaje a tapetelandia a menos que crea verdaderamente que sufrir es lo único que usted se merece.

lunes, 18 de mayo de 2009

En Primera Persona.

3 comentarios Publicado por mephisto en 17:19

Me presenté como el mejor alquimista del mundo, poseedor de destilados magicos y sueños efimeros al alcance de sus manos

Me vi reflejado en el brillo de sus pupilas como quien observa a alguien distinto de si mismo y a la vez perturbadoramente semejante, y detras de las ventanas de sus ojos vi otro mundo paralelo pero que se antojaba mejor... rescatandome de no caer en su encanto le dije -llama a alguien mayor que este en casa pequeño-...

Le dije con prisa, como quien desprecia hablar con el sirviente de la casa... como si su sola presencia no bastara... y el me miraba en silencio... asombrado de ver las quimeras que sobre los hombros cargaba

Él tan sencillo de equipaje, con tal solo la humilde ropa que le cubria, ya avejentada y aparentemente sucia pero de el emanaba ese dulcisimo aroma que solo la infancia tiene, con ese brillo en sus ojos tan despiertos, tan ansiosos saber.

El giro su cabeza para indicarme tal vez que no habia nadie mas con el... no me habló y el Alquimista mas poderoso del mundo se sintio despreciado por esa pequeña criatura...

Pasé ufano, como quien tiene el derecho de irrumpir en cualquier lado, sin esa humildad de quien pasivo se hace a un lado para que todo el equipaje que llevaba conmigo entrara por la estrecha puerta...

El interior de su casa esparcia su perfume viejo, ese aroma de muros humedos, todo en su entorno gritaba que algo habia sido olvidado o estaba a cosa de nada de serlo para siempre,

Desenvolvi cuidadosamene mi repertorio de aromas caducos que tenian la facultad de transportarnos en el tiempo, aroma de memorias que casi pierden su textura, ¡vendo misticismos, niño! vendo la capacidad de volverte uno con el universo...

Con todo y mi palabreria no lograba impresionarlo ni asustarlo lo suficiente... se quedo sentado viendome como quien ve un merolico callejero... saque el inusitado frasco recolector de almas, de luminosidad extraordinaria y le dije acercandome al niño -si lo ves detenidamente, este frasco puede apoderarse de tu alma propia que cohabita en tu cuerpo todavia, y cuando sientas que el alma te abandona, con solo unas cuantas gotas de este frasco maravilloso recuperaras la escencia de espiritu qua hayas perdido...

El niño no parecia sorprenderse mucho con mis habilidades, pareciera ser que sabia bien el exacto valor del frasco de almas como si fuese el mismo quien contuviera y el contenido...

Los deditos del niño se reencontraron unos con otros., los enlazaba como si sus manos no tuvieran el tiempo suficiente para reconocerse... su cabeza de alborotados cabellos que le caian sobre los ojos pardos, inconciente del Maravilloso Mundo que el Alquimista le presentaba y sumergido en el propio de castillos invisibles, seres fantasticos y hogares repletos de gente que le cuidaban, el Alquimista desprovisto del don de la paciencia se inclino para quedar a la altura de la mirada del niño, quien por escasos segundos poso su mirada limpia sobre el; -...en serio crei que jamas volveriamos a vernos ...- le dijo con su inocencia de niño y volvio a perderse en su mundo de colores.

Su voz y su imagen tan familiares para el Alquimista con su poderio de carton derrumbandose por un par de palabras en voz de un fantasma infantil... ¿como era posible? si andubo sus pasos firmes en una sola direccion: Lejos de el.

Por sorprendente que pareciera estaba en medio de la nada, dentro de un hogar perdido hablando con alguien que el mismo se encargo de sofocar y sepultar lo mas profundamente posible... y despues tan solo dio la vuelta y se alejo lentamente, no volteo a ver pero creyo para consuelo propio que lo habia hecho y de forma definitiva: Mato la sensibilidad y la inocencia que solo de niño poseia.

Creyo por absurdo que fuese, que solo sumergiendo al niño emergeria el hombre, y cobardemente lo hizo.

Creyo como tantas veces en algo que no es ni remotamente posible... pero se es tan indefenso siendo un niño asi de transparente, ajeno a todo...

Fue tantas veces silenciado por voces mas profundas que la propia, que su razonamiento de niño se volvio turbio, aferrado en esperanzas que cada dia se alejaban mas de su conciencia, comenzo a tramar ideas sobre pocimas capaces de llenarse al borde de las almas de los que ya no estaban, su cuento de infante languidecio cuando perturbado se dio a la tarea de fabricarlo a base de polvo de estrellas que no existian sobre la faz de la tierra...

Y un buen dia, uno de tantos donde parece que el aire no tendra jamas otro aroma que el de sus recuerdos, lleno su cabeza de las palabras vanas que a diario escuchaba, de los golpes que mas que dañar su cuerpo dañaron su alma.

Por ultimo tomo su frasco de maravillas y se obligo a destilar su alma dolida dentro y la encerro para siempre... "emergiendo el hombre morira el niño", pues no habra rendija por donde pueda contemplar el nuevo dia pero tampoco habra heridas que sanarle de nuevo... mato su inocencia de un solo tajo ese dia.

Creyo alejarse.... y estaba de pie en una habitacion de muros raquiticos con su inocencia en persona, sofocado por sentirse como hacia tanto no se sentia, en aquel momento que no supo decirse dos palabras juntas para dejar de sentirse asi; se contuvo tanto que solamente cuando se sintio perdido y solo lloro como cuando era niño: Y como por arte de magia dejo de sentirse vacio... tanto tiempo creyendo que olvidandose de si mismo estaria mejor, tantas veces repitiendose su disfraz de adulto inamovible para venir a darse cuenta que moria mas pronto y que por ello no era mas hombre.

Su frasco de almas se vacio con la fugacidad de un suspiro, el Alquimista se sentia parte de un hechizo y mas poderoso que nunca, al dar la vuelta para marcharse, se colgo al hombro sus quimeras, tomo la mano de su niño que era la amalgama perfecta de cada uno de sus pasos, de la palma de su mano, exactamente iguales hasta en la sombra pero definitivamente, ese niño era la mejor parte de si mismo.

Soy un Alquimista fabricante de sueños y un hombre con alma de niño por lo que me reste de vida.

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lunes, 18 de mayo de 2009

En Primera Persona.

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